A priori, el título de la entrada parece confuso. Nos podemos preguntar cuál es la relación entre los Japoneses y un pueblo de Jaén. Pues la relación es importante.
Para ponernos un poco en contexto, En Linares se encontraba la empresa automovilistica de Santana Motor. La historia de Santana Motor se remonta a 1956. Suzuki, empresa japonesa de automóviles (aquí aparecen los japoneses en escena) aterrizó en Linares en 1982, cuando se había acabado la licencia de fabricación de los automóviles todoterreno Land Rover, iniciada en 1961. En 1991 se convirtieron en el accionista mayoritario. Y en 1993 tomaron el 83,75% del accionariado.
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Durante los primeros años de presencia japonesa la empresa creció, teniendo como principal consecuencia un aumento de los puestos de trabajo en la empresa. Sin embargo, en el momento de que la empresa Suzuki se convirtió en accionista mayoritario comenzaron los problemas y en 1995 los japoneses abandonarían la empresa andaluza. Ante esta situación, la Junta de Andalucía tuvo que intervenir y comprar la empresa en 1995. Aquí es donde realmente comienzan las problemas, se podría decir que lo sucedido en Santana Motor es uno de los mayores fracasos de la historia de la Junta. Ya desde 2000 a 2001 se produjeron unas pérdidas de 300 millones de euros.
La Junta comenzó a buscar soluciones y para ello comenzó las negociaciones con la empresa italiana Iveco y la rusa TagAz, ambas fracasaron a finales de 2010. Los empleados de Santana Motor comenzaron a constatarse de que el final estaba más cerca que nunca. El Gobierno socialista promociona Linares-Futuro como la solución definitiva a los males empresariales de la zona y avanza la presencia de fábricas de fibra óptica y centros tecnológicos de vanguardia, lo que suponía la entrada de empresas de la zona, sin embargo, el proyecto vuelve a fracasar. En palabras de un vecino de la zona:"Los carteles de las nuevas empresas duraron lo mismo que el acto público que la Junta realizó"
Por lo tanto quince años despues tras invertir 600 millones de euros, la Junta de Andalucía fracasa así en su intento de reflotar Santana Motor.
Los más perjudicados en todo este asunto son los habitantes de Linares. La tasa de paro ha presentado datos en torno al 35% y la población necesita soluciones urgentes.
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